Dependemos de la salud de nuestro medio ambiente para nuestra mera existencia, pero hay tanta información y tantos intereses económicos que a veces es difícil descubrir la verdad detrás del cambio climático. Por eso hoy te presentamos: 

7 mitos del cambio climático

1. Si no te preocupas por el cambio climático, no afecta tu salud mental.

Cuando escuchas sobre el cambio climático ¿no te pasa que te sientes triste, indefenso, desesperanzado, culpable, impotente, enojado y con miedo? A lo largo de los años, conforme el problema se ha hecho más visible, más personas nos sentimos preocupadas y amenazadas.

La crisis medioambiental puede ser tan abrumadora que la Asociación Americana de Psicología acuñó el término eco-ansiedad, que es el miedo crónico a la destrucción ambiental. Pero los problemas mentales causados por el cambio climático no sólo afectan a los ecologistas.

Estudios han observado que el aumento en las temperaturas modifica los patrones de sueño, incrementa la violencia, el comportamiento agresivo, la hospitalización psiquiátrica y el riesgo de suicidios. Además, el incremento en la frecuencia de los desastres naturales puede causar depresión, trastornos de estrés postraumático y adaptativo. La probabilidad de sufrir alguno de estos efectos es mayor en poblaciones de bajos recursos y afecta más a las mujeres, pero el cambio climático afecta la salud de todos.

2. Se nos están acabando las reservas de combustibles fósiles

Los combustibles fósiles tardan millones de años en formarse y si los seguimos utilizando nos acabaremos las reservas del Planeta. Pero, a decir verdad ¡no estamos ni cerquita!

De hecho, cada año se descubren más reservas de combustibles fósiles en el mundo. De acuerdo al reporte estadístico mundial de la compañía petrolera BP, hoy hay más de 1.7 billones de barriles de petróleo que se sabe dónde están y cómo obtenerlos. ¡Con esas cantidades podríamos seguir consumiendo lo que consumimos de petróleo actualmente otros 50 años! Pero la idea es que nunca se consuman esas reservas de petróleo y mejor cambiemos nuestro sistema energético por fuentes renovables. 

3. La lucha contra el cambio climático solo pretende frenar el desarrollo y la tecnología y reducir nuestra calidad de vida

Modificar nuestro estilo de vida en favor del ambiente no quiere decir que vayamos a vivir como en los tiempos medievales. Si bien es cierto que se requieren cambios importantes en nuestro estilo de vida y consumo, no tenemos que renunciar a nuestros celulares o electrodomésticos. Lo que se busca es una transición a prácticas sustentables.

·   Sustituir nuestras fuentes de energía por energías renovables.

·     La eliminación de productos desechables o con un tiempo de vida muy corto.

·     Contar con un transporte público eficiente.

·   La modificación de nuestros hábitos de consumo.

Lograr estos cambios sin un desarrollo justo y tecnología incluyente sería imposible.

4. Podemos frenar el cambio climático si no tenemos hijos

Este es uno de los más grandes mitos que hay alrededor de la lucha contra el cambio climático. A pesar de que sí podemos reducir nuestra huella de carbono al comer menos carne, utilizar focos ahorradores, transportarnos en bici, o ya yendo al extremo, teniendo menos hijos, las emisiones de gases de efecto invernadero que genera una persona promedio no se comparan con la de los millonarios. 

¡Un estudio reciente comprobó que las personas más ricas del mundo, que representan el 1% de la población total, generan más del doble de dióxido de carbono que la población más pobre que representa el 50%!

Y el cuento de tener un hijo menos ignora ese pequeño detalle y pone la culpa en las personas que tienen hijos, que por lo general son las de menores ingresos, cuando se debería estar exigiendo a los millonarios que dejen de viajar en jet privado, de mantener el pasto de sus campos de golf, o de comprarse sus paquetes vacacionales todo pagado varias veces por año. 

Más que la cantidad de hijos, lo importante son los hábitos de consumo. No dejes de esforzarte por reducir tu impacto ecológico porque sí es importante. Pero también exige que haya políticas públicas ambientales que no permitan que las grandes industrias sigan con la destrucción ecológica.

5. Nos quedan 10 años para actuar contra el cambio climático

-No, no nos quedan 7

-¡Ah! Nos quedan 7 años para actuar…

-No a ver, espérate ya nos confirmaron que los relojes son diferentes: 10 años es la fecha límite para reducir nuestras emisiones al menos a la mitad, pero, si seguimos cómo vamos, en tan sólo 7 años estaremos destinando al Planeta a un clima catastrófico

-Entonces, ¿cuánto tiempo nos queda?

-Mmm nada

-¡AH!

-La verdad es que el cambio climático ya está aquí, tal vez no lo notes porque no es como si miraras por tu ventana y vieras la catástrofe, pero ya estamos viviendo las consecuencias.

-Si justo en este momento dejáramos de emitir gases de efecto invernadero el calentamiento global continuaría varias décadas o incluso siglos. Hay un retraso entre lo que hacemos y lo que sentimos, por esa misma razón pareciera que el cambio climático no es tan grave y que aún nos queda tiempo, pero el momento de actuar es ¡Ya!

6. Ya no nos interesa el cambio climático

Somos como la analogía de la rana en una olla de agua hirviendo. Si metes a una pobre ranita a una olla de agua hirviendo, el calor insoportable hará que la rana salte. Pero, si pones a una ranita en una olla con agua fría y poco a poco aumentas la temperatura, la rana no va a sentir el cambio hasta que sea demasiado tarde. 

Un estudio reciente demostró que nosotros somos como la rana. A pesar de que la temperatura sigue subiendo y las catástrofes aumentan, nos adaptamos a nuestra nueva realidad. Parece que ya no nos importa escuchar que hubo un nuevo récord de incendios o un huracán más catastrófico que el anterior porque, ya no es noticia.  Lo peor es que esto no pasa con las ranas reales: ¡ellas sí salen del agua cuando se pone caliente! 

Y justo por eso, tenemos que seguir alzando la voz, para que no se nos olvide que estamos dentro de esta olla llamada cambio climático y que si no hacemos nada nos vamos a cocinar! 

7. El cambio climático es caso perdido

En 2018 el panel intergubernamental del cambio climático de las naciones unidas puso como meta: limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius para el 2100. ¿Cómo lograrlo? Reduciendo las emisiones de dióxido de carbono un 45% para el 2030 y reducirlas completamente para el 2050.  Y ¿Si no lo logramos? ¿todos vamos a morir?

La humanidad podría sobrevivir, pero definitivamente la vida no será como la conocemos hoy en día.

Conclusión

No podemos negar que hasta ahora vamos perdiendo la batalla contra el cambio climático. Los gases de efecto invernadero siguen en aumento, la demanda energética sobrepasa la capacidad de los sistemas, seguimos utilizando los recursos indiscriminadamente. Hacer todos los cambios necesarios realmente suena imposible. Pero, pensar que algún genio construirá un invento mágico que simplemente absorberá todos nuestros problemas es irreal y solo nos incentiva a no hacer nada.

Lo único que nos queda es seguir luchando, cada día que se niega el cambio climático o que decidimos no actuar ponemos en riesgo nuestra vida.

¡CuriosaMente!

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