8 Preguntas cotidianas respondidas por la FÍSICA

Física en tu día a día

  1. ¿Por qué cuesta más respirar cuando hace viento?
    Si has estado en medio de un viento fuerte habrás notado que tienes que hacer un esfuerzo más grande para respirar. ¿Por qué sucede esto, si aparentemente tienes más aire disponible? Lo que sucede es que el aire del exterior está en movimiento con respecto al que está dentro de tí. Esa distinción de velocidades crea una diferencia de presión: el aire externo está a una menor presión que el de tus pulmones, por lo que el del interior quiere salirse (¡todos quisiéramos tener menos presión, ja!). Eso significa que el músculo llamado diafragma tiene que hacer un mayor esfuerzo para meter el aire a los pulmones. Lo mismo pasa cuando sacas la cabeza de un vehículo a alta velocidad ¡Pero no lo hagas, es peligroso!

  2. ¿Qué es el efecto doppler?
    Hablando de velocidad, seguramente te ha pasado que oyes un vehículo que se acerca (PAUSA) y cuando se aleja ¡parece hacer un sonido diferente, más grave! Este fenómeno se llama efecto Doppler y sucede porque la velocidad del vehículo hace que las ondas de sonido frente a él estén más cercanas entre ellas, y las que quedan detrás quedan más separadas, haciendo un sonido más grave. Este mismo efecto se da con la luz y sirve para ver qué tan rápido se acercan o se alejan de nosotros los objetos celestes: si su luz “se corre al azul” el objeto se está acercando y si “se corre al rojo” significa que se aleja. ¡a que no habías pensado que el azul es un color agudo y el rojo un color grave!

  3. ¿Por qué podemos silbar?
    Siguiendo con la física del sonido: si colocas tu lengua y tus labios de cierta manera y soplas estás convirtiendo tu boca en un objeto llamado “Resonador de Helmholtz” que tiene una cavidad y dos orificios: uno que se hace entre tu lengua y el paladar y otro entre tus labios. La cavidad es una cámara de resonancia. Al hacer pasar el aire se crea una turbulencia que crea una vibración produciendo una nota musical (SILBA). Si mueves la lengua, puedes cambiar el tamaño de la cámara de resonancia: mientras más pequeña la cámara, más agudo el silbido. Por cierto: hay personas, como los habitantes en la isla Gomera en España o los Mazatecos de Oaxaca, en México, que inventaron idiomas completos ¡de puros silbidos!

  4. ¿Es cierto que, según la aeronáutica, las abejas no deberían poder volar?
    Esto es un mito muy grande. Un mitote. Lo que pasa es que en los años 30 el zoólogo y aeronáutico francés Antoine Magnan se dio cuenta de que las alas de los insectos, y en particular de las abejas, no tenían ni el tamaño ni la velocidad para mantener en el aire a un animal tan, ejem, robustito. ABEJA: ¡Oye! ¿Qué insinúas? Pero claro: es que las abejas y abejorros no vuelan usando el mismo principio de los aviones, que necesitan alcanzar gran velocidad para generar sustentación; ni vuelan como los pájaros, que empujan el aire hacia abajo para poder elevarse. Estudios más recientes descubrieron que las abejas, como la mayoría de los insectos, pueden girar y rotar sus alas y crean pequeños remolinos o “vórtices”, generando la diferencia de presión que les permite no sólo volar, sino ejecutar complicadas maniobras en el aire. ¡Por eso es tan difícil atrapar a ese mosquito!

  5. ¿Por qué cortan las tijeras?
    Las tijeras son una combinación de dos máquinas simples: la cuña y la palanca. Una cuña es una máquina que transforma una fuerza vertical en dos fuerzas horizontales, separando un material en dos partes. Las hachas y los cuchillos usan este principio. Mientras más delgado sea el extremo de la cuña, más fácil es que se meta en los espacios entre las moléculas y decimos que está más afilado. La otra máquina es la palanca, igual que en un “bimbalete” o “sube y baja”, permite amplificar la fuerza aplicada. El punto donde se juntan las hojas se llama fulcro. Las primeras tijeras eran de mesopotamia, de hace unos 4 mil años, y tenían el fulcro en un extremo, pero las tijeras modernas, con el fulcro en medio, las inventaron los romanos en el año 100 ¡Y su eficiente diseño ha cambiado muy poco desde entonces!

  6. ¿Es malo meter cosas calientes al refrigerador?
    Esta idea probablemente viene de la época en la que, en vez de refrigeradores, nuestros bisabuelos usaban cajas frías (gabinetes con un bloque de hielo adentro). Meter ahí algo demasiado caliente seguramente haría que el hielo se derritiera más rápido. En la actualidad no hay problema: el termostato se encarga de regular la temperatura del “refri”, pero sí es posible que el aparato tenga que trabajar más y gastar más energía para mantener frío su interior. Otro posible efecto negativo de meter comida caliente sería que, si tu alimento  aún está emitiendo vapor, ese vapor se condense y forme hielo y escarcha. Otro efecto curioso es que, si tu recipiente está tapado, al enfriarse el aire caliente bajará la presión en su interior ¡y será más difícil de abrir! Pero si dejas un alimento demasiado tiempo sin refrigerar, es posible que cultive bacterias. Entonces se recomienda que no dejes tus guisos fuera por más de dos horas: espera solo unos minutos. Y es más fácil enfriarlo si lo divides en porciones pequeñas y en recipientes cerrados para que no escape el vapor.

  7. Hablando de vapor ¿Por qué el agua se evapora a diferentes temperaturas según la altura?
    Si calientas agua al nivel del mar, esta hervirá a los 100 grados centígrados, pero mientras más subes, menor será la temperatura necesaria para lograr la ebullición (de hecho, es un método para saber a qué altura te encuentras). Esto sucede porque, al nivel del mar, la presión de la atmósfera es mayor y se necesita más energía para que los enlaces entre las moléculas de agua se rompan y se conviertan en vapor: digamos que la fuerza del aire las obliga a estar juntas. Mientras tanto, en la montaña, el agua tiene menos aire encima y estos enlaces se rompen con menos calor. Por eso cocinar un huevo en la montaña lleva un poco más de tiempo: el agua hirviendo no está tan caliente. 

  8. Seguimos con las burbujas: ¿Cómo le meten las burbujitas a la soda, gaseosa o refresco?
    El gas de las burbujas es dióxido de carbono, sí, el mismo gas que expulsas cada que exhalas, y se logra que se disuelva en el agua gracias a que está a alta presión y baja temperatura. Cuando destapas el refresco, la presión hace que el gas se libere del agua y escape. Las burbujas se forman mediante un proceso llamado nucleación, que sucede preferentemente en superficies, como las paredes de la botella, y es mucho más rápido en superficies irregulares: por eso introducir un dulce de menta, cuya superficie es áspera y se disuelve fácil, en una bebida gaseosa puede convertir la botella ¡En un volcán!

¡CuriosaMente!


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