8 preguntas sobre la PANDEMIA

8 mitos sobre el coronavirus. ¡El número 8 te sorprenderá!

  1. ¿El coronavirius es fin del mundo?
    Si bien la actual pandemia causada por el virus SARS–CoV2 debe tomarse en serio, tampoco se trata de entrar en pánico: hemos sobrevivido a otras pandemias. En el Siglo Catorce la Peste Negra mató a unos 25 millones de personas ¡un tercio de la población de Europa! La pandemia de influenza de 1889 se inició en Rusia y llegó a todo el mundo: murió 1 millón de personas. La pandemia de gripe de 1918, llamada “influenza española”, infectó a 500 millones de personas y acabó con la vida de 20 o 30 millones. En este momento, mayo de 2020, el COVID–29 ha significado la lamentable muerte de alrededor de 100 mil seres humanos. Son muchos, pero gracias al conocimiento científico, la humanidad ha sido capaz de contenerlo. Con la cooperación de cada persona y cada familia, la humanidad superará esta difícil crisis.

  1. ¿El virus fue creado en un laboratorio?
    Investigadores especialistas se preguntaron lo mismo que tú y se pusieron a analizar el virus. Estamos 99.99 por ciento seguros de que el virus no fue creado usando ingeniería genética …

    1. Si bien es cierto que en 2015 científicos en China investigaban y modificaban el virus del SARS, se trata de un virus completamente diferente al SARS–CoV–2, además de que se trata de laboratorios de altísima seguridad. Sus investigaciones más bien ayudaron a entender cómo podría prevenirse la propagación de un patógeno como el que nos aqueja ahora. Es poco probable que los virus que se estudian en los laboratorios escapen.

    2.  El SARS-CoV-2 se parece en un 96% al virus de murciélago RaTG13. Que el parecido sea tan alto ya nos hace sospechar que ningún científico lo creó.

    3. Las diferencias entre SARS-CoV-2 con RaTG13 son puntuales, o sea, son simplemente cambios de bases. Cambiar bases aleatoriamente tiene infinitas combinaciones, sería casi imposible saber la utilidad de cada una y sería costosísimo. Si un científico loco hubiera creado este virus lo que se esperaríamos ver no serían esos cambios mínimos, sino secuencias completas de genes.

    4. La otra pista nos la da el dominio de unión al receptor, que es como la llave que permite al virus entrar a las células. Esta llave tiene una forma más similar a la llave de un virus del pangolín, pero, lo interesante es que ni siquiera sabíamos que esta llave embonara en las células humanas. Si este virus hubiera sido creado, el científico loco no hubiera utilizado esta llave, sino una que ya sabíamos que funcionaba.

  2. ¿La culpa es de los chinos?
    Como los virus son invisibles, hay una tendencia de buscar a alguien a quién culpar. En este caso, la epidemia inició en China, pero la gripe porcina o influenza AH1N1 que se propagó en 2009, se inició en México. La pandemia de la llamada “influenza española” que golpéo al mundo en 1918, casi seguro inició en Estados Unidos o en Reino Unido. O sea que pueden originarse en cualquier parte del mundo: los virus no tienen nacionalidad ni etnia. ¡Que una enfermedad no nos de pretexto para ser racistas!

  3. ¿La culpa es de los murciélagos?
    ¡No culpes a los murciélagos! Controlan plagas, dispersan semillas, apoyan la regeneración de los bosques, promueven la diversidad genética y polinizan 528 especies de plantas, como plátanos, duraznos, guayabas, aguacates, vainilla ¡y hasta el agave del que se obtiene el tequila! Si nos contagiamos de algún patógeno, es porque los humanos invadimos su hábitat, los obligamos a convivir con especies con las que normalmente no tendrían contacto y los matamos. ¡No los lastimes! En libertad son muy importantes.

  4. ¿Las nuevas enfermedades sólo surgen por comer cosas raras?
    Es muy probable que COVID–19 haya surgido a partir del contacto de un murciélago con un pangolín y este con seres humanos. El proceso en el que un virus salta de una especie al ser humano se llama “zoonosis” y ya lo explicamos en otro video. Pero estas enfermedades no sólo surgen por comer cosas que a los occidentales nos parecen raras.
    La influenza AH1N1 que surgió en México se propagó a partir del contacto con los cerdos.
    La gripe aviar, conocida en Italia desde el Siglo Diecinueve en aves acuáticas, tuvo un auge en 2005 a partir del contacto de humanos con los pollos, aunque ha habido pocos casos en humanos.
    La encefalopatía espongiforme bovina, o “enfermedad de las vacas locas”, probablemente se originó al alimentar vacas con harina de huesos y carne, y se extendió a los humanos al consumir la carne de res.
    La enfermedad conocida como MERS apareció a partir del contacto de las personas con camellos: posiblemente su leche o su carne.
    Así que cualquier animal puede ser el originario. Las que raramente transmiten enfermedades al ser humano son las plantas: sólo algunas de sus bacterias nos pueden contagiar y ninguno de sus virus nos afectan. ¿Quizá es buen momento para considerar un cambio de dieta?

  5. ¿Sirven de algo las mascarillas?
    Hay que dejar muy claro que usar mascarilla no te hace inmune a contraer COVID–19 pero si estás contagiado, aunque no te sientas mal, el cubrebocas puede limitar la cantidad de gotas de saliva que salen de tu boca y la distancia a la que llegan, y si no, atrapar gotas de saliva de otras personas, reduciendo la posibilidad de contagio. Puedes hacer tu propio cubrebocas o “nasobuco” usando una doble capa de tela de algodón lo suficientemente densa que no deje pasar la luz, cubriendo completamente la boca y la barbilla y lavándola después de cada uso. Te dejamos un link en la descripción. Recuerda que no sustituye la aplicación de otras medidas como el distanciamiento social, evitar tocarte la cara y el lavado de manos frecuente y concienzudo. Si en tu país hay escasez de mascarillas profesionales  ¡no acapares! Déjaselas a los trabajadores de la salud, que son quienes corren más riesgos. 

  6. ¿Con qué me curo?
    Aunque hay muchos en desarrollo, hasta el momento no hay un medicamento clínicamente probado que cure COVID–19. Hay muchos remedios caseros y de plano estafas que no te van a curar. Un té de eucalipto seguro no te curará, aunque te puede hacer sentir mejor. Pero tomar cloro o clorito de sodio es definitivamente tóxico. ¡No apuestes tu salud a engaños! Si tus síntomas son leves, mantente aislado, calientito y bien hidratado: se curará sólo en un par de semanas. Si son fuertes, como fiebre y dificultad para respirar, llama a los servicios de salud para que te orienten. 

  7. ¿Las ondas 5G causaron la enfermedad?
    Para responder a esta pregunta invitamos a Javier Santaolalla, físico eingeniero en telecomunicaciones.
    SANTAOLALLA: Pues las ondas electromagnéticas sí que pueden dañar la salud: un onda de alta energía puede ionizar los átomos y causar la ruptura de moléculas y, por lo tanto, de tejidos. Es lo que sucede con los rayos gamma que pueden alterar el ADN y causar mutaciones o los rayos ultravioleta que pueden llegar a provocar cáncer en la piel.
    ¡Pero! –y este es un gran pero– eso sólo sucede con las ondas de alta energía. Las ondas de baja frecuencia, como la luz visible y de ahí para abajo, no han demostrado tener efectos dañinos en el organismo. Los rayos infrarrojos, por ejemplo, se usan en medicina para aliviar el dolor. Pues las ondas electromagnéticas que usan los celulares, son todavía de menor frecuencia. Ningún estudio serio hasta ahora ha indicado que afecten la salud.

Por tu bien y el de todos, sigue las idicaciones de las autoridades sanitarias.

¡CuriosaMente!


Créditos

Categorías

Etiquetas

Otros videos

Separador Morado