¿Las PESADILLAS sirven de algo?

¿Por qué tenemos pesadillas? ¿Cumplen alguna función los malos sueños?

No sabes quién es, pero alguien te persigue y sientes un miedo terrible. Decides esconderte un momento, pero te das cuenta que... tienes que ir al baño, ¡no! ¿Por qué ahora? Sales de tu escondite en busca de un baño. De pronto una mano te atrapa. Luchas por salir vivo. Gritas pidiendo ayuda, pero parece que no tienes voz y gritas más fuerte. Gritas tan fuerte que tu propia voz te despierta. 

Todos hemos tenido pesadillas y a nadie nos gustan. Si son tan horribles: ¿Para qué sirven?

Pesadillas, mal sueño o terrores nocturnos

En ocasiones se confunde una pesadilla con un mal sueño o con los terrores nocturnos. Podemos experimentar un mal sueño cuando soñamos algo que no nos gusta, pero no es igual de intenso que una pesadilla y sobre todo no logra despertarte. Los terrores nocturnos son menos comunes y se dan en las primeras horas del sueño. Las personas que los sufren están claramente agitadas, pueden gritar e inclusive correr, pero no se despiertan y una vez despiertos no recuerdan qué era lo que soñaban. Las pesadillas se dan durante la etapa REM, son sueños aterradores, tristes o confusos, muy vívidos y tan intensos que logran despertarte y lamentablemente al hacerlo eres capaz de recordar perfectamente lo que soñabas.

Origen según culturas antiguas

La causa de las pesadillas es intrigante. El folclor germánico las atribuía a mare un espíritu malicioso que se sentaba sobre el pecho de las personas dormidas y te traía pesadillas. Otras culturas creían que se debían a cuestiones mágicas o a la posesión espiritual. La tribu Americana Lakota creía que las pesadillas te ayudaban a tomar decisiones. 

Otras culturas se preocuparon en cómo evitar las pesadillas. Según la mitología eslava la causante de las pesadillas era Nocnitsa y la forma de protegerte de ella era con una piedra horadada. La tribu Ojibwe creía que las telarañas tejidas por la mujer araña protegían a los niños de las pesadillas. Para ayudarla en su labor crearon los atrapasueños, este permitía pasar los sueños buenos, mientras que los malos se quedaban atrapados en la malla y desaparecían con el primer rayo del amanecer.

Causa

La verdadera causa de las pesadillas es diversa. Comer muy tarde puede aumentar tu metabolismo y mandar señales a tu cerebro para que esté más activo, dormir en una postura incómoda, tener fiebre, algunos medicamentos, la privación del sueño, desórdenes del sueño como la apnea y el síndrome de las piernas inquietas. Algunos trastornos también pueden ser la causa de pesadillas constantes. 

Cualquier condición estresante como la muerte de un ser querido o el nacimiento de un hermano pueden provocar un incremento de pesadillas. Incluso, a partir de la pandemia muchas personas alrededor del mundo comenzaron a tener sueños espeluznantes y otros problemas para dormir.

¿Es normal tener pesadillas?

Lo normal en adultos es tener una pesadilla al mes y en niños una o dos veces por semana, si tienes más podrías tener un trastorno de pesadillas. Si  interfieren con tu ciclo del sueño o tu humor te recomendamos acudir con un especialista. Las pesadillas constantes tienen efectos secundarios graves debido a la privación del sueño, como: problemas de corazón, depresión y obesidad. Se desconoce la causa, pero se ha asociado la frecuencia de pesadillas con una tendencia al suicidio.

¿Para qué sirven?

No se sabe exactamente para qué sirve tener pesadillas, pero los científicos creen que tiene varios propósitos.

Quizá nos ayudan a no cometer los mismos errores. Después de sufrir un accidente automovilístico las pesadillas podrían ser una forma en la que tu cerebro te aconseja manejar con cuidado. 

Algunos creen que las pesadillas son una forma en la que tu cerebro te avisa sobre posibles peligros. Si caminaste por un lugar peligroso e ibas distraído con tu celular, algunos días después podrías soñar con un lugar parecido y una situación peligrosa, de alguna forma tu cerebro te sugiere ser prudente.

Podría ser una forma de imaginarnos en situaciones amenazantes y prepararnos a reaccionar en caso de que llegaran a suceder. Esta teoría se ve reforzada por el hecho de que nuestras pesadillas cambian conforme crecemos y se observan algunas diferencias según el sexo.

De adulto es común soñar: que te persiguen, con tu muerte o la de alguien cercano, estar atrapado o con una agresión física. Mientras que los niños suelen tener pesadillas sobre enfrentamientos con monstruos, animales o zombis. Curiosamente de niños no solemos soñar con fracasos ni anomalías físicas. 

O quizá son el reflejo del almacenamiento de memorias. Durante el sueño REM, que es cuando suceden las pesadillas, el hipocampo y la amígdala están muy activas. El hipocampo se pone a almacenar y ordenar las memorias y la amígdala a procesar las emociones de estas. Las memorias se vuelven parte de nuestros sueños y cuando aparece una memoria particularmente desagradable tenemos pesadillas. Y como nuestra corteza prefrontal está bastante adormilada durante el sueño REM; no somos capaces de discernir fácilmente la realidad de los sueños por más extraños que parezcan. 

¿Cómo evitarlas?

Si te quieres deshacer de tus pesadillas intenta esto. Después de haber tenido una pesadilla, escríbela detalladamente, luego escribe cómo te gustaría que terminara ¿Prefieres atacar y resultar vencedor, que llegue alguien a salvarte o descubrir que ese villano es Santa Claus enmascarado? Piensa en ese final durante el día y antes de acostarte. Si el sueño llegara a presentarse sabes exactamente que es lo que va a pasar.

También se ha visto que adquirir la habilidad de tener sueños lúcidos es útil para darte cuenta que estás soñando y controlar que es lo que pasa en tus sueños. Además te recomendamos tener una buena higiene del sueño y en caso de sospechar de un problema, acudir con un especialista.

Películas de pesadillas

Por cierto ¿qué te parecería ver una película de tus sueños? ¿serán las pesadillas reales más terroríficas que cualquier libro o película de terror? Un proyecto en Japón busca entrenar una red neuronal profunda para que sea capaz de leer la corteza visual. En algunos años podríamos ver nuestros terrores más profundos en pantalla.

¡CuriosaMente!

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