¿Por qué el cáncer es tan difícil de curar?

El cáncer es una enfermedades con muy mala reputación, y sin duda se la merece. Con más de 9 millones de muertes en 2018, sigue siendo una de las principales causas de muerte en el mundo. Su tratamiento muchas veces es costoso, difícil y no siempre muy esperanzador.

¿Qué es el cáncer?

Primero debemos entender mejor qué es el cáncer. O mejor dicho los cánceres, ya que es un conjunto de enfermedades que tienen un importante factor en común: son células se reproducen de manera descontrolada debido a daños en su ADN/genoma. Por eso, aunque se clasifique el tipo de cáncer según el órgano, como enfermedad tiene mucho más que ver con el funcionamiento del ADN y de la célula. Así que detengámonos un momento en esto.

Imaginemos que cada célula es una orquesta. Dentro de ella está el ADN, que es la biblioteca de partituras en la que se encuentran todas las sinfonías posibles, clasificadas por autor y época. Para que estas partituras sean leídas, el ARN-mensajero se encarga de llevar la sinfonía a los músicos. Estos músicos son los ribosomas, que interpretan la partitura del ARN para generar las proteínas. Todas las proteínas “tocadas” en conjunto suenan como una sinfonía específica de la función de la célula, ya sea sinfonía del “ojo”, del “intestino”, o de la “neurona enamorada” (suspiros). Y como en cualquier orquesta, se requiere de un director para que cada instrumento toque su parte en el momento y modo preciso. En nuestras células, este papel lo realiza otro tipo de ARN, los micro-ARN

Esto es en una célula sana pero ¿qué pasa en las células cancerosas?

Una célula cancerosa es como una orquesta donde no hay director: los niveles de micro-ARN están muy alterados. Los instrumentos pueden tocar las notas mal, fuera de lugar o con volumen exagerado, mientras que hay algunos otros que casi no tocan. Uno de estos “instrumentos” que están en mute, es el de la Apoptosis. 

¿Qué es la apoptosis?

La apoptosis es mecanismo de muerte celular programada que sirve para ir eliminando las células viejas y dejar paso a las nuevas. En el cáncer esta parte de la orquesta celular está apagada, por lo que las células se reproducen constantemente produciendo los tumores.

Daños genómicos

Pero además, con el tiempo los daños genómicos se van acumulando y esto hace que las células cancerosas se vuelvan mucho más agresivas, y resistentes a tratamientos, o incluso ocurre la Metástasis, que es cuando una el cáncer se expande a otras partes del cuerpo formando nuevos tumores.

¿Por qué es tan difícil de curar?

Los daños genéticos se dan de manera independiente en cada persona y se van acumulando con el tiempo, vemos que es difícil encontrar una sola cura que funcione para todos los casos de manera eficiente. 

Por eso es que los tratamientos tradicionales, como la quimioterapia, la radioterapia o la cirugía, suelen aplicar una filosofía de “cortar por lo sano”. Esto muchas veces es muy agresivo con la parte sana del cuerpo, además con frecuencia el diagnóstico se realiza en fases ya avanzadas, haciendo al tratamiento mucho más agresivo todavía. Sin embargo, investigaciones recientes permiten desarrollar tratamientos menos agresivos, enfocados en el funcionamiento de las células, como el uso de los micro ARN.

Tratamiento de micro ARN

Los Laboratorios Speratum han desarrollado un tratamiento basado en los micro ARN. Es una nueva terapia para el cáncer de páncreas, que es uno de los más mortales que existen. Nuestra terapia se basa en una molécula natural del cuerpo, y que se encuentra en niveles muy bajos en muchos tumores. La función natural de la molécula es regular el crecimiento celular. Cuando hay una deficiencia en sus niveles, el cáncer crece sin control. Entonces lo que hacemos es sintetizar estas moléculas en laboratorio y las volvemos a introducir al cuerpo envueltas en unas cápsulas que las protegen mientras fluyen por la sangre, llamadas nanopartículas. 

Esta molécula, llamada miR-198, es un microARN, que si se acuerdan funcionan como los directores de orquesta en las células, por lo que al introducirlos de vuelta, es como si volvieran a poner en orden la sinfonía de las células. Además la nanopartícula con la que envolvemos al MircoARN tiene unas moléculas que reconocen a las células cancerosas y les permiten identificarlas y meterse dentro de ellas como si fueran pequeños caballos de Troya.

Se ha observado una reducción de los tumores significativa, y cuando no lo cura por completo, por lo menos detiene el crecimiento y la metástasis. Lo interesante de este tratamiento, es que podría servir no sólo para el cáncer de páncreas, sino para muchos otros tipos, en los que el miR-198 es una molécula central en el funcionamiento celular. Así podría ser posible recuperar la armonía y la esperanza para muchas personas con cáncer.

Y aunque este tratamiento se encuentra todavía en fase de desarrollo, deseamos que no falte mucho para que pueda estar accesible al mundo.

¡CuriosaMente!