¿Por qué tenemos Déjà Vu?

¿Por qué a veces sentimos que ya vivimos algo que no habíamos vivido?

Estás en la cafetería con tus amigos y de repente la escena te resulta extrañamente familiar…

JUAN: ¡Mira una mancha de huevo! ¡Tope borrego!

Tienes la inquietante sensación de que esto ya había ocurrido antes, en el mismo lugar, con exactamente las mismas palabras, pero en cuanto intentas determinar cuándo o cómo fue, la sensación desaparece. ¡Has tenido un déjà vu!

Origen y etimología

Hay quien cree que se trata de una especie de premonición, y otros dicen que es la manera en la que se manifiesta un error en la matrix. La expresión déjà vu es francesa y... La expresión déjà vu es francesa y significa “ya visto” aunque se arguye que la experiencia debería llamarse “déjà vecu”: “ya vivido”, porque no sólo incluye experiencias visuales.  6 de cada diez personas lo han experimentado, todos después de los 8 años de edad. Se va haciendo más frecuente alrededor de los 20 años y después va disminuyendo.  Por eso es posible que esté relacionado con factores del desarrollo del cerebro. Una característica de este fenómeno es que, aunque la sensación de que ya vivimos la escena es tan fuerte como una certeza, no nos es posible identificar cuándo lo vivimos.

¿Por qué sucede?

Como es un fenómeno subjetivo que no se puede inducir, es difícil de estudiar. Pero hay hay varias buenas ideas de por qué sucede.

La primera dice que al estar en determinada situación, podemos enfocar tanto nuestra atención en un solo aspecto de ella, que el resto de la escena se “desvanece” al grado de que casi lo olvidamos. Cuando volvemos a nuestro estado de atención normal, nos parece ver todo por primera vez, pero como ya lo habíamos visto antes, nos provoca una sensación de conflicto: “¿esto es nuevo o es del pasado?”

La segunda hipótesis dice que normalmente cuando experimentamos algo, el recuerdo se forma primero en la memoria de corto plazo. Si no es significativo, lo olvidamos, y si es significativo, entonces pasa a la memoria de largo plazo. Por algún corto circuito neurológico, es posible que el recuerdo tome un atajo y se aloje directamente en la memoria de largo plazo. Entonces, algo que acaba de suceder, nos da la sensación de haber ocurrido hace mucho ¡déjà vu!.

La tercera hipótesis tiene que ver con la relación entre percepción y conciencia. Sucede que no todo somos conscientes de todo lo que percibimos. 

Este es el lóbulo occipital,  que es la región de la corteza cerebral que procesa las imágenes y las hace conscientes. Pero para llegar a la región occipital, la información pasa primero por otras áreas del cerebro, como la amígdala (encargada de las emociones) y el téctum, que trabaja con los reflejos visuales y movimientos de los ojos (sólo los mamíferos usamos la corteza para el procesamiento visual: los demás animales sólo usan el téctum).  Entonces es posible que la información visual llegue al cerebro, pero sin que seamos conscientes de ella. Por ejemplo: hay algunas personas que tienen bien sus ojos pero sufren de ceguera por un daño en el lóbulo occipital del cerebro. Esta condición se llama “ceguera cortical”. En estas personas ocurre un fenómeno sorprendente llamado “vista inconsciente”: si tienen un objeto enfrente no pueden decir qué es, pero si se les fuerza a adivinar, pueden señalarlo con precisión. Algunas de ellas pueden incluso reaccionar emocionalmente a rostros ¡sin saber qué imagen tienen enfrente! Conclusión: podemos reaccionar a estímulos sin ser conscientes de ellos. 

Ahora imagina que, aunque no tienes daño en el lóbulo occipital, algún cambio químico hace que la señal llegue ahí un poquito más tarde. Percibes el suceso:

JUAN: ¡Mira una mancha de huevo! ¡Tope borrego!

Este estímulo  pasa por muchas las partes del cerebro menos la corteza, y queda en la memoria. Unos instantes después, fuera de sincronía, llega a tu conciencia…

JUAN (con eco): ¡MIra una mancha de huevo!

Pero ya tienes el suceso en tu memoria...

JUANA (con eco): “¡Tope borrego!”

JUAN (con eco): ¡Tope borrego!

JUANA (con eco): ¡Lo adiviné!

Tienes la sensación de que ya había pasado, ¡porque ya había pasado una fracción de segundo antes! Sólo que no había llegado a tu conciencia. 

Hay personas que tienen daños en los lóbulos temporales del cerebro y experimentan déjà vu constantemente. 

Jamais vu y presque vu

Aparte del  déjà vu, hay dos fenómenos relacionados: el jamais vu, que es la sensación de estar por primera vez en una situación que realmente ya hemos vivido; y el presque vu, que es la seguridad de que sabemos algo, y aunque parece que ya lo vamos a decir, no lo podemos recordar. En español decimos que lo tenemos en ¿cómo se dice? Algo de la boca… no, en, estee… ¡Ay!... ¡ah! ¡En la punta de la lengua!

¡CuriosaMente!

Créditos

Separador Morado