¿Qué hay detrás del espejo?

¿Por qué los espejos invierten las imágenes? ¿De qué color es un espejo? ¿Cómo es que reflejan?

¿Por qué los espejos reflejan? ¿Por qué vemos en ellos las cosas “al revés”? ¿De qué color es un espejo? Desde la antigüedad los espejos nos evocan algo mágico y nos provocan fascinación.

¿Qué hay detrás del espejo? ¡Pues la pared! ¡CuriosaMente!

Su misterio

Ejem, ejem… Desde tiempos antiguos, los espejos se han relacionado con la magia. 

El dios Tezcatlipoca tenía un espejo negro donde podía ver las acciones y pensamientos de la humanidad. Se ha dicho que son portales al mundo de los espíritus y por eso los vampiros, que no tienen alma, no se reflejan en ellos. En algunas religiones es costumbre cubrir los espejos cuando alguien muere, quizá para evitar que el alma de la persona regrese o simplemente porque el luto no es compatible con la vanidad. Y ¿cómo olvidar el espejo de la madrastra de Blancanieves o el que usa Alicia para ir a otro mundo?

Por supuesto que todo esto son mitos, costumbres o cuentos. Pero no deja de ser sorprendente lo que el espejo es capaz de hacer. 

Jorge Luis Borges escribió:

¿Por qué persistes, incesante espejo?

¿Por qué duplicas, misterioso hermano,

el movimiento de mi mano?

¿Por qué en la sombra el súbito reflejo?

¿Por qué podemos ver imágenes en un espejo?

...y no en otras cosas, como en una piedra… Seguramente ya sabes que la mayor parte de los objetos reflejan luz: por eso podemos verlos. Un objeto rojo absorbe la luz en todas las longitudes de onda y refleja las rojas, por ejemplo. Un objeto negro absorbe la mayor parte de las longitudes de onda, mientras que uno blanco refleja casi todas. Pero la superficie de las cosas blancas, aunque refleja todas las longitudes de onda, tienen cierta aspereza, de modo que los rayos de luz rebotan en ángulos diferentes, dispersando los rayos, y no son capaces de formar una imagen. Superficies completamente lisas, como un espejo o una superficie de agua quieta, reflejan los rayos de luz en el mismo ángulo, lo que podemos percibir como imágenes coherentes.

Por cierto: quizá no sabías que, cuando un fotón choca con una superficie, no es que ese fotón “rebote” literalmente, sino que los átomos del objeto absorben el fotón y regresan otro con exactamente la misma energía, o sea, en la misma longitud de onda o color.

Entonces ¿de qué color es un espejo?

Técnicamente, pues el espejo es del color de lo que le pongas enfrente. Si está reflejando el cielo, será de color azul. Si refleja tu sonrisa, será ¡verde como el pedazo de cilantro en tus dientes! Entonces, se podría decir que, como refleja todos los colores, el espejo es blanco. Eso si fuera un espejo perfecto: pero no hay nada perfecto en este mundo. Las investigaciones han revelado que los espejos siempre absorben cierta cantidad de luz que no reflejan, por lo que tu reflejo es imperceptiblemente más oscuro que tu imagen “de primera mano”. Además, los espejos actuales reflejan más ciertas longitudes de onda que otras: específicamente las verdes. Si alguna vez te has puesto en medio de dos espejos que están uno frente al otro, habrás notado que, además de que se hace un túnel de espejos infinitos, las imágenes más lejanas y pequeñas se ven más verdes. Entonces los espejos son blancos… pero un poquito verdosos. Bueno, eso aplica en los espejos actuales que se inventó el alemán Justus von Liebig en 1835 y que están hechos aplicando una capa de plata o aluminio a un vidrio. En la antigüedad, los espejos se hacían de piedra obsidiana, como en Mesopotamia o Mesoamérica, o puliendo metales como el cobre o el bronce que usaban los chinos o los indios. En ese caso, el color del espejo es del material del que estaba hecho…

Por último ¿por qué los espejos invierten las imágenes horizontalmente… pero no verticalmente?

¿No se te hace raro que si pones un letrero frente a un espejo, este se vea al revés? ¿O que si levantas la mano derecha, tu reflejo levante la mano izquierda? Pero nunca confunde arriba con abajo, aunque pongas el espejo de lado ¡¿Qué está pasando?! Te va a sorprender la respuesta: en realidad el espejo no pone nada al revés ¡el que lo pone eres tú!  Si tienes un texto frente a tí, y quieres que se refleje en el espejo, tienes que girarlo. La mayor parte de las veces lo rotas en sentido horizontal. El espejo hace su trabajo: refleja lo de un lado en ese lado, y lo del otro en el otro. Vuelve a poner el texto frente a tí. Ahora ponlo frente al espejo pero rotándolo en sentido vertical: verás que, como es lógico, el reflejo sí se ve de cabeza, y no se ha invertido de izquierda a derecha. Una manera de comprobar que el espejo no invierte nada es escribir el texto en una hoja transparente. Ponlo entre tú y el espejo y verás que puedes leer perfectamente el que está entre tus manos y el que sostiene tu reflejo. 

Este experimento expone, no cómo funcionan los espejos, sino cómo funcionan los esquemas ¡de nuestra mente!

¡CuriosaMente!

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