¿Qué tan poderoso es el Efecto Placebo?

NOTA: No se conoce si la acupuntura tiene o no efecto placebo, los estudios muestran evidencia encontrada.

¿Alguna vez te ha dicho tu tía?: Te voy a dar un remedio buenísimo para la gripa. Primero pones un vaso de agua y lo dejas reposar durante una noche de luna llena. A la mañana siguiente, bien tempranito, te lo tomas de cabeza. Yo no me lo tomo de cabeza, por la ciática, ya ves, pero como tú eres joven y sí puedes, a ti te va a curar mejor. Después de tomártelo te pones una secadora de pelo en la nariz mientras das unos saltitos. Está comprobadísimo me lo dijo un doctor y a tu tío lo he curado mil veces con ese remedio.

Este remedio suena un poco exagerado, pero ¿Te ha pasado que después de tomar el remedio de tu tía te sientes mejor? ¿un chamán te ha curado tu dolor de espalda? O ¿instantáneamente después de tomar una pastilla tu dolor desaparece aun cuando no han pasado los 20 minutos que se necesitan para que haga efecto? Muy probablemente has escuchado del efecto placebo y casi seguro que lo has experimentado sin saberlo.

Definición

Un placebo es cualquier sustancia inerte o procedimiento sin capacidad de curación que produce un efecto positivo en un paciente. Un placebo puede ser desde una pastilla de azúcar hasta un procedimiento sin significancia.

Uso en la antiguedad

Desde el siglo dieciocho, los médicos usaban placebos cuando creían que el paciente sufría de una enfermedad imaginaria. Aunque ya eran conocidos no se había estudiado su efecto. Durante la segunda guerra mundial el anestesiólogo Henry Beecher desesperado al no tener morfina para anestesiar a los heridos inyectó solución salina a los soldados. Los pacientes sentían alivio como si hubieran recibido una droga y acuñó el término efecto placebo.   

Ejemplos

Te invitamos a responder las siguientes preguntas. No las pienses demasiado solo ve con tu intuición y escoge solo una opción:

¿Qué crees que sea más efectivo, un comprimido o una inyección?

¿Cuál medicamento crees que es más efectivo? ¿Uno caro o uno barato?

¿De estos medicamentos cuál te convence más? ¿El zartidol o e Zako?

¿De qué color es un antidepresivo amarillo o rojo?

¿A quién escogerías como tu doctor? ¿A alguien aseado y amable o alguien desaliñeado y seco?

Listo, volvamos a la primer pregunta. Probablemente esperas que las inyecciones sean más efectivas que los comprimidos. De hecho, se ha visto que las cápsulas placebo tienen mayor efecto placebo que los comprimidos placebo. Las inyecciones más que las cápsulas y las cirugías falsas en las que solo te anestesian, abren y vuelven a cerrar tienen un mayor efecto placebo.

Quizá hayas escogido el medicamento caro como el más efectivo. Los medicamentos más caros tienen un mayor efecto placebo porque al pagar más esperas que ese medicamento funcione.

¿Escogiste el zartidol? Los placebos con nombres rimbombantes tienen un mayor efecto.

Se ha visto que el color de las pastillas influye en el efecto placebo. Por eso los antidepresivos suelen ser amarillos, las pastillas para dormir azules y los estimulantes o analgésicos rojos. El tamaño y la cantidad de pastillas también afecta, entre más grandes y más pastillas te hacen sentir mejor.

Por último, lo más probable es que hayas elegido al doctor aseado y amable. Estudios han demostrado que el efecto placebo es mayor cuando el doctor que te trata es amable, te mira a los ojos, te transmite confianza y lo percibes como competente.

¿Cómo funciona?

Pero cómo un tratamiento más invasivo o un medicamento más caro o un doctor  amable tienen un mayor efecto placebo. Cómo algo que puede ser una pastilla de azúcar puede hacerte sentir bien. La respuesta es tu expectativa. ¿Sorprendido? Los médicos también. El efecto placebo es tu expectativa y motivación de que un tratamiento funciona. De hecho, las personas que creen que el tratamiento va a funcionar tienen un efecto placebo más fuerte. Aun cuando tengas una actitud neutra eres susceptible al efecto. El ritual de tomar una pastilla o someterte a un tratamiento, enciende regiones en tu cerebro asociados con la expectativa. Lo más increíble es que el cerebro empieza a segregar dopamina, que hace que te sientas bien y analgésicos naturales como la endorfina y otros opioides.

Por esta razón, los placebos se han usado para tratar el dolor. Además se ha visto que ayudan a aliviar las náuseas, fatiga, asma, ansiedad, insomnio por estrés e hipertensión moderada. También son efectivos en pacientes con Parkinson porque la dopamina es vital en la coordinación de los movimientos voluntarios.

Ensayos y estudios

El efecto placebo es tan importante que antes de que una medicina se libere al mercado se compara el efecto de la medicina contra el efecto placebo. Si la medicina tiene efectos estadísticamente significativos es aprobada. ¡Solo una de cada diez medicinas lo logra!

Hoy en día los ensayos clínicos prefieren comparar un medicamento nuevo contra uno que ya está en el mercado, o se les advierte a las personas que lo que están tomando podría ser un placebo. Sorprendentemente el efecto placebo es tan fuerte que aun cuando a una persona se le dice directamente que lo que está tomando es un placebo, puede reportar una mejoría. En un estudio a un grupo de pacientes se les dio un frasco con una medicina aprobada. El frasco tenía el nombre del medicamento. A otros pacientes, se les dio un frasco con placebos y estaba etiquetado como placebo. La mitad de las personas que habían tomado placebo afirmaron haber sentido que el dolor de la migraña se había reducido. Luego los científicos decidieron divertirse un poco y cambiaron únicamente las etiquetas de los frascos. Al frasco del medicamento lo nombraron placebo y viceversa. La medicina y el placebo resultaron igual de efectivos en aliviar el dolor.

Nocebo

Así como un placebo te hace sentir mejor también te puede hacer sentir peor si eso es lo que esperas. Imagínate que eres parte de los ensayos clínicos para aprobar un nuevo medicamento. Te advierten de efectos secundarios como depresión o sarpullido. Podrías llegar a presentar estos síntomas aunque a ti te hayan dado cápsulas de azúcar. A esto se le conoce como el efecto nocebo. 

Adicción al placebo

Realmente el efecto placebo es poderosísimo, algunas personas se han vuelto adictas a los placebos e incluso han experimentado síndrome de abstinencia cuando se les quitan. 

Un hombre tomó 29 cápsulas contra la depresión como intento de suicidio. No sabía que se trataba de un placebo y su cuerpo reaccionó como si realmente hubiera sufrido de una sobredosis y fue llevado al hospital. Temblaba y sudaba, su ritmo cardíaco era más rápido de lo normal y su presión arterial había bajado de forma crítica. Durante 4 horas los médicos intentaron estabilizarlo. No fue hasta que se enteró que las 29 pastillas que había tomado eran placebos que se recuperó en 15 minutos.

¿Realmente curan?

Los placebos son potentes y te pueden hacer sentir mejor, PERO no te curan, solo disminuyen tu padecimiento momentáneamente y cambian tu percepción. A personas asmáticas se les dio un inhalador placebo. Las pruebas mostraban que la capacidad respiratoria era igual que aquellas personas que no habían tenido tratamiento alguno, pero sentían el mismo alivio que si hubieran recibido un medicamento en su inhalador. 

La reflexología, homeopatía y terapia con imanes no han superado la prueba del efecto placebo. Hasta ahora, si esas terapias funcionan es solamente porque las personas esperan que funcionen. Recetar y tomar placebos en cualquiera de sus formas puede ser sumamente peligroso porque la enfermedad que te causa dolor puede seguir ahí y volverse cada vez más severa si no es tratada.

Hay algo muy rescatable de estas prácticas alternativas, y es que, toman muy en serio al paciente, las sesiones suelen ser largas y lo escuchan. Esta atención incrementa el efecto placebo. Hablar con el paciente, explicarle los efectos positivos que tendrá la medicina, usar palabras de aliento sería una buena forma de usar el efecto placebo como un aliado de la medicina.

¡CuriosaMente!

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