La idea de una dieta basada en plantas no es nueva, el vegetarianismo se practica desde el año 3300 antes de nuestra era en India por algunos hinduistas y jainistas . Ya en la antigua Grecia Pitágoras afirmaba que los animales tenían alma y se rehusaba alimentarse de algunos. Franz Kafka era vegetariano porque sufría de problemas digestivos. Ya sea por cuestiones religiosas, éticas, de salud o medio ambientales se ha optado por una alimentación basada en plantas desde hace mucho tiempo, pero ¿realmente hay un beneficio? Hoy te presentamos esta contienda

1er ROUND ¿Estamos diseñados para una alimentación carnívora o para una alimentación vegana?

Los carnívoros afirman que nuestros colmillos e intestinos están más adaptados para comer carne, mientras que los veganos afirman que estamos más adaptados a comer plantas. Entonces… ¿Quién tiene la razón? Pues ¡ambos! Nuestros colmillos no están hechos para desgarrar carne cruda, nuestra dentadura está adaptada para comer carne ya cocida. Tampoco somos capaces de procesar la celulosa como los rumiantes, pero la fibra nos es necesaria para tener una buena digestión. La realidad es que somos omnívoros: nuestro cuerpo está adaptado para alimentarse de una amplia gama de alimentos y obtener los nutrientes de manera eficiente. Nuestro pariente más cercano, el bonobo, se alimenta principalmente de frutas, pero también come plantas insectos, gusanos, crustáceos, miel, huevos, ardillas, a veces antílopes pequeños y hasta ¡tierra! Como nuestro cuerpo no evolucionó para una dieta predominantemente carnívora ni exclusivamente vegana, este round ¡no lo gana nadie!

2do ROUND ¿Qué es más saludable?

Muchas personas aseguran que al eliminar la carne se sienten con más energía y libres de estreñimiento. Eso no quiere decir que a todos les beneficie un cambio de dieta: algunos pueden llegar a sufrir inflamación y calambres por la cantidad de fibra. A otros les preocupan los fertilizantes y pesticidas que se usan en los cultivos, pero el mercurio en el pescado o los antibióticos y otros fármacos que se les dan a los animales, tampoco son buenos para la salud. Los estudios tienen posturas encontradas sobre la longevidad, diabetes, incidencia en cáncer y enfermedades cardiovasculares. ¡Claro! porque la alimentación solo contribuye parcialmente en la salud. Un peso adecuado, tu genética, el medio ambiente, si haces o no ejercicio, tus hábitos y las horas y calidad de sueño son igual de importantes. 

Hay estudios que indican que quienes siguen dietas veganas tienen menor incidencia de problemas cardíacos, pero esto podría deberse, no a la ausencia de carne, sino a la abundancia de frutas y verduras. Pero a pesar de que los estudios no son concluyentes sí han confirmado que las carnes procesadas son terribles para la salud y aumentan la probabilidad de sufrir cáncer colorrectal; las carnes rojas deberían ser consumidas máximo una o dos veces por semana. 

Por otro lado, está comprobado que las personas que basan su alimentación completamente en plantas pueden llegar a tener deficiencia de omega 3, vitamina D, calcio, zinc y vitamina B12. 8 de cada 10 veganos que no toman suplementos tienen una deficiencia de vitamina B12 y esto puede desencadenar enfermedades cardiovasculares, nerviosas, anemia e infertilidad. Algunos alimentos de origen vegetal tienen vitamina B12 o algo similar, el problema es que suele estar en muy poca cantidad o no es absorbida de manera eficiente. También es cierto que es más fácil obtener proteína de productos animales, pero esto realmente no es problema: se puede obtener proteína suficiente de semillas, leguminosas o nueces. 

Es posible tener buena salud e incluso ser un atleta de alto rendimiento siendo vegetariano o vegano, pero es indispensable tomar suplementos, asistir con un especialista y realizarse análisis clínicos por lo menos una vez al año. Como cada dieta tiene sus ventajas y desventajas para la salud, no nos queda más remedio que declarar este round como un empate.

3er ROUND ¿Y el sufrimiento animal?

Detrás de un inofensivo vaso de leche está la producción masiva que obliga a las vacas a lactar cantidades exageradas de leche durante 3 a 7 años. Estas prácticas masivas deterioran su salud, les causan inflamación e infecciones y con ello bastante sufrimiento . De hecho, la FDA permite 750 millones de células de pus en un litro de leche. 

En 2012 varios científicos establecieron que los mamíferos, aves, pulpos y otros animales tienen la capacidad anatómica, química y fisiológica para ser conscientes y tener un comportamiento intencional.  Además declararon que la ausencia de corteza cerebral no es impedimento para experimentar estados afectivos.  

Nueva evidencia apunta que algunos invertebrados sienten algo similar al dolor, y no solo eso, también sufren de dolor crónico después de una lesión. ¿Está bien matar otros animales para nuestro beneficio sin importar su calidad de vida? Este round lo ganan sin duda los amantes de comer plantitas.

4to ROUND ¿Comer carne es malo para el medio ambiente?

Resulta que... sí. Una cuarta parte de los problemas del cambio climático se deben a la producción de comida y nuestras decisiones. Para producir un bistec de res de 170 gramos se genera el equivalente a 330 gramos de dióxido de carbono, lo mismo que produce un auto al recorrer 5 kilómetros. De acuerdo a un estudio de la Universidad de Oxford si todos dejamos de comer carne y lácteos se reducirían los gases de efecto invernadero por producción de alimento a la mitad. Se disminuiría la cantidad de tierra que se usa para agricultura en un 76%. ¡Punto para los veganos!

Conclusión

¡Lo siento carnívoros!

Pero no significa que tengas que ponerte de parte de un bando o del otro. La buena noticia es que no es necesario adoptar una dieta tan restrictiva para ver cambios significativos. Una dieta basada principalmente en plantas, con moderado consumo de carnes blancas y huevo y muy bajo consumo de carnes rojas, por ejemplo una vez al mes, tendría un gran impacto.

Y si lo que buscas es una alimentación amigable con el medio ambiente, además de los gases efecto invernadero, también debes considerar la cantidad de agua y de tierra que se necesitan para producir un alimento. Por ejemplo, la leche de soya y la leche de avena son las que tienen un menor impacto considerando estos tres aspestos.

Si quieres mejorar el medio ambiente y la vida de los animales, pero aún no estás listo para eliminar tu consumo de carne, te invitamos a intentar reducirlo y a ser consciente al momento de alimentarte. Exige que tus alimentos sean saludables, dignos y sustentables. Aunque sientas que no puedes hacer nada porque no eres el dueño de las grandes compañías que manejan la producción de alimentos, tu poder como consumidor sí tiene un gran impacto.

¡CuriosaMente!

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