Aunque nuestra conciencia alerta se apaga mientras dormimos, nuestro cerebro nunca deja de trabajar. Durante las horas de sueño sigue haciendo asociaciones imprevistas, mostrando extrañas imágenes y contando curiosas historias. Aunque no hay un consenso científico acerca de si los sueños significan algo, pintores, músicos y otros artistas los han aprovechado para crear originales obras.

1. Salvador Dalí.

Quizá el más famoso de los artistas inspirados por los sueños, Dalí se considera uno de los mayores representantes del surrealimo. ¡Ojo! No “sub–realismo”. La palabra viene del francés sur realisme, “por encima del realismo”. Casi todos sus cuadros, como el famoso “la persistencia de la memoria” o “El sueño se aproxima” están inspirados en los sueños. Dalí utilizaba la ensoñación como sistema. Recomendaba dormir en una silla sosteniendo una llave en la mano y con un plato de metal en el suelo. Al caer en el sueño, la llave caería, y te despertarías. Entonces podrías hacer anotaciones o bocetos de lo que recuerdes de ese estado de conciencia.

2. Remedios Varo.

Otra pintora profundamente interesada en lo onírico (lo onírico es lo relacionado con los sueños). Remedios Varo nació en España y luego se hizo mexicana. Estaba muy interesada en la psicología, el misticismo y la ciencia, como se muestra en “Mujer saliendo del psicoanalista”, o en “Fenómeno de ingravidez”. Sus cuadros son exploraciones del inconsciente y de la imaginación.

3. Leonora Carrington.

Muy amiga de Remedios Varo, esta pintora inglesa también se hizo mexicana. Sus obras, como esta “Are you really serious?” exploran mundos que no existen en la realidad, Ella dijo una vez: “El mundo que pinto no sé si lo invento, yo creo que más bien es ese mundo el que me inventó a mi.” ¿Qué te parece esta “Guardiana del huevo”. También dijo: “Hay cosas que yo no puedo decir con palabras, pero quizá sí con cierta combinación de personajes y colores. “ ¿Alguna vez has soñado algo que te gustaría pintar?

4. Alberto Durero.

Mucho antes que los surrealistas, vivió este artista del Renacimiento. La mayoría de dibujos y pinturas suelen ser escenas detalladas y buscando imitar la realidad, pero una noche soñó que sobre el mundo caían grandes torrentes haciendo un sonido rugiente. Cuando despertó del diluvio soñado su cuerpo temblaba y tuvo que hacer una apresurada pintura para explicar lo que había experimentado. La obra se llama “Visión onírica”. 

5. Henry Fuseli.

Este pintor suizo realizó la obra “Pesadilla” donde un íncubo acecha a una mujer dormida. No se sabe si esta obra, también llamada “El sueño de Hécuba”, la soñó, pero de que inspira pesadillas, las inspira. Por cierto: “Pesadilla” es el nombre del caballo que aparece ahí: el corcel del demonio Mefistófeles ¡Ay, nanita! 

6. Paul McCartney.

Los sueños no sólo han inspirado pinturas, sino, canciones. Una vez, Paul McCartney, miembro de The Beatles, soñó una tonadita de la que no se podía desprender. Creyendo que era un recuerdo, les preguntó a todos si la conocían ¡Pero no! Para que no se le olvidara le puso esta letra: CANTANDO EN LA MELODÍA DE YESTERDAY “Scrambled eggs, Oh my baby how i love your legs, Not as much as i love scrambled eggs”. De ahí surgió la canción “Yesterday”, una de las que más versiones se han hecho en la historia. Por cierto, la canción “Let it be” también le brotó en un sueño en donde conversaba con su madre que había muerto cuando era un niño, y ella lo confortaba diciéndole “Todo está bien, déjalo ser”¡Awww!

7. Billy Joel.

La canción “The river of dreams” la soñó Billy Joel completita. Al principio no se animaba a escribirla, por ser en el estilo Gospel que le resultaba ajeno ¡Joel es ateo! A pesar de eso, la canción no salía de su cabeza, y está llena de temas espirituales y referencias bíblicas.

8. Bram Stoker.

Los sueños también han inspirado a la literatura. Bram stocker, después de investigar sobre las leyendas de hombres lobo y vampiros de Transilvania, una noche cenó demasiados cangrejos y tuvo una pesadilla en la que un “rey vampiro” se levantaba de su tumba. Eso le dió la idea para escribir la novela clásica del monstruo de monstruos: Drácula.

9. Mary Shelley.

Hablando de monstruos: durante un viaje por Europa, Shelley supo del Castillo Frankenstein, donde un alquimista hacía experimentos, y conoció sobre el galvanismo: el efecto que produce la electricidad en cuerpos muertos. Durante una tertulia con sus amigos, se retaron a ver quién escribía la mejor historia de terror. Después de pensar varios días, una noche soñó con un joven y pálido ciientífico que revivía a un muerto y se horrorizaba de su creación. De ahí surgió el memorable Víctor Frankenstein y su criatura. 

10. Robert Louis Stevenson.

El autor de La Isla del Tesoro estaba fascinado por la dualidad entre el bien y el mal. Una noche, su mujer lo oyó gritar horrorizado. Lo despertó y le preguntó qué pasaba “Soñé una excelente historia de espantos”: había soñado con un hombre que se transformaba en un monstruo. Así nació la novela “El extraño caso del Doctor Jekyll y el señor Hyde”. La historia de Jekyll y Hyde ha sido muy influyente. Inspiró a Stan Lee a crear al famoso Hulk.

11. Edgar Allan Poe.

¿Alguna vez has estado soñando, y luego despiertas sólo para darte cuenta de que sigues soñando hasta que despiertas de verdad? Parece que esto le pasó al oscuro escritor de El Cuervo y El Gato Negro, lo que le llevó a preguntarse si todo lo que vemos en la realIidad no sería también un sueño. Así, escribió el hermoso poema “Un sueño dentro de un sueño”

12. Christopher Nolan.

Estos “sueños dentro de sueños” no le eran ajenos al director de cine Christopher Nolan, quien creó Inception (o “El Origen”), esta película de ladrones que entran al inconsciente de las personas a robar información o a sembrar ideas, y en la que los personajes no están seguros si están dormidos o despiertos ¡Ni los espectadores!

Si quieres que los sueños nutran tu creatividad, es buena idea irte a dormir pensando en ese propósito y acostarte con un cuaderno junto a tu cama ¡para que los apuntes en cuanto despiertes! Porque su recuerdo suele ser tan vago que puede desvanecerse pronto. Con práctica, puedes ser también un explorador del inconsciente.

¡CuriosaMente!