¿Capitalismo o socialismo?
¿Cuál sistema económico es mejor? Conoce una breve historia del capitalismo, el socialismo y qué papel juega el comunismo en este asunto. ¿Qué otros sistemas económicos existen?
Es un ardiente debate que ha enfrentado amigos, familias y clases sociales. Ha puesto de cabeza países enteros. En el sig, lo XX esta oposición fue la base de la Guerra Fría que exigía que escogieras bando: ¿El capitalismo, con Estados Unidos al frente, o el socialismo, liderado por la Unión Soviética? Y en la actualidad, hasta Rusia ha adoptado prácticas capitalistas y hasta en Estados Unidos se habla de los beneficios del socialismo.
Karl Marx y comunismo
A mediados del Siglo XIX, en Europa, sobre todo en Inglaterra, la industrialización estaba en pleno apogeo. Se producía más que nunca, pero al mismo tiempo se explotaba mucho a los trabajadores: jornadas de 14 a 16 horas diarias, salarios de miseria, trabajo infantil aún peor pagado, aire contaminado y accidentes al por mayor ¡y olvídate de seguridad médica o vacaciones! Todo mientras los dueños de las fábricas se enriquecían sin pena alguna.
Entonces, un pensador alemán llamado Karl Marx se preguntó ¿cómo llegamos a esto? Marx había leído a Hegel, quien postulaba que todo progresa a partir del enfrentamiento de contradicciones. Las sociedades también: cada etapa del desarrollo social llevaba en sí el germen de su propia destrucción y la transformación en la siguiente.
Para él, la civilización, por lo menos la europea, había pasado por las siguientes etapas:
Comunismo primitivo. Una época en la que los bienes escaseaban, todos los que eran capaces trabajaban y a todos los miembros de la comunidad se les repartía según su necesidad. En esta época se desarrolló la agricultura y otras técnicas que permitieron conservar y acumular bienes, lo que llevó a la segunda etapa…
Esclavismo. Por primera vez se dividen las clases sociales: las que trabajan y las que poseen los medios de producción: poseen incluso a los trabajadores. En esta época existe la creencia de que los poderosos (reyes y sacerdotes) lo son gracias a que cuentan con el favor divino. En esta época aparece el Estado y lentamente va dando paso a la tercera etapa.
Feudalismo. En esta etapa los trabajadores ya no son esclavos, sino siervos, pero siguen sometidos a sus señores, dueños de las tierras y a quienes se les debe pagar tributo. Al final del feudalismo, gana dinero y poder una clase social de artesanos y comerciantes que habitualmente vivían en villas o “burgos” cercanos a los feudos. Marx los llama “burgueses”.
Los burgueses empiezan asociarse y a juntar su dinero para crear empresas y financiar negocios más grandes, como viajes arriesgados. Estas empresas se llaman “sociedades por acciones” y al dinero reunido con el propósito de que crezca se le llama “capital”
Por otro lado, se promueven las ideas de libertad, democracia e igualdad, lo que da origen a grandes revoluciones como la Revolución Francesa, donde la nobleza y el clero pierden el poder (o hasta la cabeza) y quienes ahora tienen la autoridad son los dueños del capital: los capitalistas. Las tierras, antes propiedad de los nobles o de las comunidades, se privatizan. Las ideas de la ilustración traen un gran desarrollo tecnológico e industrial: muchos granjeros y campesinos quedan en la pobreza y emigran a las ciudades para trabajar en las fábricas. Así es como surge la cuarta etapa: el capitalismo.
Adam Smith y capitalismo
El capitalismo es explicado y defendido por economistas como Adam Smith. Y sus principales características son:
Las tierras, herramientas, y fábricas, o sea los medios de producción, no están en manos del estado o de las comunidades, sino que son propiedad privada.
Hay libertad de mercado: todo mundo tiene derecho de comprar y vender lo que le apetezca, incluido el propio trabajo, y de negociar los precios según les convenga. Aquí se habla de la “mano invisible del mercado”: la idea de que las acciones económicas individuales, aunque parezcan egoístas, contribuyen al bienestar de la sociedad en su conjunto. El ideal capitalista es, por lo tanto, que las leyes y el estado intervengan lo menos posible en el mercado.
Libertad de empresa. Cualquiera puede empezar un negocio, asumiendo los riesgos y obteniendo los beneficios. Esto propicia la competencia y la innovación.
Explicado así, el capitalismo parece ideal ¿entonces por qué ocurría lo que Marx presenciaba en las ciudades de Europa?
Desventajas capitalismo
Uno de los principales problemas del sistema capitalista es el de la plusvalía: o sea la ganancia que el capitalista espera obtener por su inversión. Imagina que dos personas colaboran para producir un producto: una pone su trabajo y otra el capital para producirlo, en forma de herramientas y salarios. Digamos que lograrlo costó 10 pesos y que lo pueden vender en 18. Esos 8 pesos extra son la plusvalía, y retornan al capitalista ¿no le debería tocar también a la trabajadora? Para Marx, la obtención de la plusvalía es una forma de robo, y contribuía al enriquecimiento del capitalista y el empobrecimiento del trabajador, creando acumulación del capital y formando monopolios y oligarquías.
Adam Smith diría: Si la trabajadora no gana lo suficiente, es libre de buscar un trabajo donde gane más. Hay un “mercado de trabajo” y si hay más oferta de puestos, esto hará que los salarios suban. Pero también es cierto que si hay mucha gente sin empleo, la demanda de puestos aumenta y los salarios bajarán. ¿Será que el desempleo le conviene a los capitalistas?
Una de las contradicciones del capitalismo es que si llega a haber tanta gente tan pobre que no puede comprar ni lo que produce ¿quién va a comprar las cosas y cómo va crecer la economía?
La otra es que el capitalismo supone un crecimiento ilimitado de las corporaciones: sin embargo los recursos del planeta son limitados y no puede proveer de materias primas ni procesar la contaminación de manera infinita.
Y para rematar: ¿de dónde sacaron los capitalistas ese capital inicial? La mayoría no trabajó por él: simplemente lo heredaron. A Marx le parecía que la herencia por sí sola hacía de la “competencia justa” una falacia: unos siempre empezaban con más recursos que otros. Para Milton Friedman, el único sistema que aseguraba la libertad era el capitalista, a lo que Marx respondería: ¿Qué libertad puede tener quien nada posee?
Por todo esto, a Karl Marx y Friedrich Engels les pareció que el capitalismo era fundamentalmente injusto y que, como los sistemas anteriores, tendría que cambiar. Pero no iba a cambiar solo.
Desventajas comunismo
Karl Marx y Friedrich Engels inspirados por luchas de carácter socialista que habían ocurrido antes, publicaron el Manifiesto Comunista. que instaba a los trabajadores (llamados “proletarios”) a unirse y luchar para arrebatarle el poder a los capitalistas. Para ellos una sociedad ideal sería comunista: no existirían ni las clases sociales ni la propiedad privada. Para llegar al comunismo, se planteaba que se debería pasar primero por una etapa llamada Socialismo. Las características más importantes del socialismo son:
La propiedad social de los medios de producción. Teóricamente, las herramientas, tierras y fábricas pertenecen a la sociedad en su conjunto, que se supone que está representada por el Estado.
Planeación de la producción. Se evitan desperdicios, excesos y contaminación asegurando que se produzca sólo aquello que se necesita.
Regulación por parte del Estado. Las actividades económicas, incluidos los precios, están reguladas por el gobierno para evitar la explotación y el abuso.
Después de interesantes experiencias, como la Comuna de París en 1871, 40 años después de la muerte de Marx el socialismo tiene oportunidad de ponerse a prueba: con la Revolución Rusa se crea la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y otros países siguieron su ejemplo ¿Cómo funcionó? Pues tuvo problemas muy graves.
En primer lugar, se dio una enorme concentración de poder político: a pesar de que los líderes eran llamados “camaradas”, en la práctica dirigían regímenes autoritarios que, con el pretexto de proteger “el bien común” se quedaron toda su vida en los puestos de mando; llevaron a una gran pérdida de la libertad: reprimieron a quienes disentían encarcelándolos o asesinandolos. Además, al estar todo planificado y haber pocos incentivos, la innovación estaba sumamente limitada a los aspectos que interesaran al estado. Esto aún ocurre en países como Cuba, donde por un lado todos tienen garantizada la salud y la educación, pero por el otro hay escasez de alimentos, vivienda y casi nula libertad política.
¿Capitalismo o comunismo?
Entonces, si ninguno de los dos sistemas es bueno ¿la humanidad se quedó sin opciones?
¿No hay manera de tener las libertades que ofrece el capitalismo y la igualdad que ofrece el socialismo?
En primer lugar, no todo es blanco o negro. Gracias a la unión y las luchas de los trabajadores a mayor parte de los países actualmente tienen sistemas que mezclan en diferentes proporciones una economía capitalista con aspectos socializados.
En el modelo nórdico, por ejemplo, hay libertad de empresa y de mercado, pero los trabajadores tienen fuertes sindicatos y el estado interviene en la negociación de salarios. Y hasta en los países más capitalistas el estado se encarga de proporcionar carreteras y servicios públicos y, en mayor o menor medida, educación y servicios de salud… y existe una lucha constante porque estos derechos sean cada vez mejores y mayores. Quizá si no fuera por las luchas socialistas, no tendríamos ahora jornadas de trabajo de 8 horas, salario mínimo, vacaciones, protección social de los niños o seguridad social.
En segundo lugar, además de estos dos sistemas tan llamativos, existen otras propuestas: por ejemplo el anarquismo que propugna por abolir el Estado, eliminar toda jerarquía y autoritarismo y trabajar en base a la cooperación y el beneficio mutuo. De hecho los “soviets” originales eran organizaciones anarquistas igualitarias antes de que las reprimiera y absorbiera el estado de la Unión Soviética. En Cataluña y España el movimiento anarquista fue muy fuerte y se llegaron a administrar fábricas de manera colectiva y democrática con variados resultados hasta que intervino el comunismo internacional para disolverlas y luego Franco impuso el fascismo por la fuerza. Si te interesa este tema puedes leer a Emma Goldman o a Piotr Kropotkin, entre otros autores anarquistas.
Pero estos son sólo los modelos europeos. La gente se ha organizado de diversas maneras en diferentes momentos y partes del mundo. Por ejemplo:
La ciudad de Catalhoyouk, en Anatolia, de hace unos nueve mil años, tenía una sociedad económica y socialmente igualitaria, donde además hombres y mujeres tenían los mismos derechos.
Los pueblos indígenas de toda América han tenido formas de organización diferentes que incluyen el “tequio” o trabajo comunitario y la toma de decisiones de manera colectiva. Estas ideas se han retomado en lugares como Cherán, donde todas las decisiones importantes se toman por consenso o en los “caracoles” zapatistas donde los medios de producción son colectivos y las decisiones las toma una “junta de buen gobierno” cuyos miembros son rotativos y no reciben sueldo.
El país de Bután, que aún siendo una monarquía, tiene una economía budista que privilegia la reciprocidad y mide su crecimiento no en “Producto Interno Bruto” sino en ”Felicidad Nacional Bruta”.
La región autónoma de Rojava, en Siria, practica una versión muy propia de socialismo democrático donde las cooperativas, en su mayoría promovidas por mujeres, juegan un papel primordial.
Como ves, capitalismo y socialismo son apenas dos de las muchas maneras en las que se pueden organizar los seres humanos, y la sociedad siempre puede cambiar. Y tú ¿crees que se debería cambiar el sistema económico de tu país? ¿Cómo te gustaría que fuera?
¡CuriosaMente!