Seguramente has escuchado historias de gente haciéndose millonaria por invertir en “Bitcoin” o en alguna otra criptomoneda…lo cual se oye muy atractivo.

Sistema monetario

Para empezar, es necesario entender a las criptomonedas como un sistema monetario; es decir, no tienen un valor por el material del que están hechas o por su utilidad física, sino porque así lo convenimos. La diferencia entre un billete de 100 dólares, y un trozo de papel con el texto “100 dólares” escrito con crayones, es que las personas, a través de instituciones, nos ponemos de acuerdo para decir que el primero tiene valor y el otro no.

La manera en la que cualquier moneda define su valor es por su importancia en el mercado. Mientras más personas estén interesadas en comprarlas, son más valiosas. Como sucede en una subasta. Si mucha gente está interesada en un artículo ofrece más  por él y su precio ante el mercado será más alto.

¿Cómo funciona?

El Bitcoin NO es único en su tipo, existen cientos de criptomonedas. Son llamadas así gracias a su naturaleza “encriptada”; es decir, protegidas a través de codificación. Esta característica las convierte en un sistema monetario muy atractivo porque es difícil de alterar o hackear, y porque no es controlado por un banco o por un gobierno.

Con las monedas tradicionales cada vez que quieres hacer una transacción, ésta debe ser aprobada y realizada por una institución bancaria. Esa misma organización podría ser fraudulenta o en el peor de los casos, podría ser hackeada o “asaltada”. Por eso las criptomonedas optan por usar un sistema de transacciones descentralizado, conocido como Blockchain (cadena de bloques).

Blockchain

Funciona más o menos así:

1. A cada transacción que se hace se le llama “bloque” y adquiere un código único e irrepetible, pensemos en una especie de ADN para identificar la operación. Similar a un número de serie de un billete.

2. Ese bloque queda registrado para siempre, con información detallada como el emisor y receptor del intercambio, cantidad, entre otros datos.

3. La red de usuarios registra la operación de manera virtualmente inmediata. Cualquier usuario, como tú o yo, puede instalar blockchain en su computadora.

4. Ese bloque se “une” a una enorme CADENA donde se encuentran enumeradas absolutamente todas las operaciones que se han realizado con esa criptomoneda. Se muestran de manera cronológica y, como está duplicada en muchas cuentas, es imposible alterar o borrar una operación una vez que ha sido añadida al blockchain.

Imagina que una persona trabaja en una tiendita y lleva anotaciones de cada transacción que ocurre en el comercio. Si esta persona quiere hacer trampa, podría “modificar” los datos y no reportar alguna de las operaciones. Cometería fraude, y sería difícil de comprobar.  Pero si 10 diferentes personas llevan registro de todas las operaciones al mismo tiempo, el fraude sería prácticamente imposible de cometer, porque cada uno de ellos tiene un registro que comprueba lo que realmente sucedió: el que tenga un registro diferente debe estar mintiendo. El blockchain opera de manera muy similar, pero con miles de personas y computadoras alrededor del mundo monitoreando y registrando todos los movimientos de criptomonedas.

Un hacker podría burlar la seguridad de una computadora, pero es prácticamente imposible que pueda lograrlo con todos los individuos que supervisan una cadena de bloques. Esta cualidad ha ha convertido al blockchain en un sistema muy atractivo para realizar compra-ventas.

Contras

Todo suena muy seguro y lindo con el bitcon y las monedas digitales ¿no?...pues cuando algo luce demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea. Hasta ahora, el mercado de las criptomonedas se basa en la especulación. Esto es una práctica económica muy peligrosa basada en la “adivinanza” lo cual crea una gran inestabilidad ya que el valor de algo puede dispararse por los cielos un día, y caer estrepitosamente al siguiente.

Imagina una subasta en la que ofrecen un lápiz con el que se cree que uno de los Beatles escribió una canción. Entonces “especulas” que su valor debe ser enorme y lo compras por una fuerte cantidad pensando que es una excelente inversión porque muchos querrían tenerlo y por eso valdrá más en el futuro. Pero descubres que nadie quiere comprar tu lápiz, por lo tanto su valor se desploma  y en lugar de obtener una ganancia, pierdes todo el dinero que gastaste…¡auch!. Adquirir criptomonedas no debe ser visto como una inversión, más bien es una apuesta, donde puedes ganar dinero si las predicciones se cumplen, o perderlo todo en una sola operación.

OJO, las criptomonedas por sí mismas NO SON una estafa, pero su actual mercado está basado exclusivamente en especulación, por lo tanto puede ser un entorno peligroso. Podrían volverse más seguras si, conforme pasa el tiempo, más instituciones las aceptan como una transacción válida.

Por lo pronto si estás interesado en adentrarte en el mundo de las criptomonetas, recuerda que no estás invirtiendo, sino apostando. Por eso no deberías arriesgar más dinero del que estás dispuesto a perder.

¡CuriosaMente!