Ya desde 1982 el científico y profesor Sugarata Mitra planteó un aprendizaje sin supervisión y con ordenadores. En 1999 llevó a cabo el experimento “agujero en la pared”: colocó una computadora en la pared en un barrio de pocos recursos de Nueva Delhi. Observó que los niños aprendían solos a utilizar programas, navegar en internet y entender un idioma desconocido. El experimento fue un éxito y hoy en día hay un centenar de agujeros en la pared en el mundo.

Con el desarrollo de la tecnología ¿Ya no se requiere un maestro ni una escuela para aprender?

Contras de la educación tradicional

Ya sabemos que la educación actual presenta diversos problemas. Por ejemplo, contar con un espacio para dar clases es muy costoso: por eso muchas escuelas no cuentan con instalaciones adecuadas. En países en vías de desarrollo la mitad de las escuelas no tienen instalación sanitaria.

Infantes y jóvenes se enfrentan a situaciones peligrosas cuando acuden a la escuela. 246 millones de niños son abusados sexualmente y/o acosados en la escuela o sus inmediaciones. Además, el 85% de los casos de bullying ocurren en la escuela por factores como su  apariencia física, nacionalidad, estatus económico y orientación sexual. Las situaciones de violencia son alarmantes y son un claro reflejo de que algo no va bien.

Aunque en muchos países la escuela sea gratis, se requiere dinero para acudir a ella. Es necesario pagar materiales y en muchos casos transporte; y lo peor es que la mayoría de las becas van a países aventajados. Parece que la escuela está diseñada para los ricos: 79% de los jóvenes de los hogares más ricos terminan la escuela, mientras que solo el 34% de los jóvenes de los hogares más pobres se gradúan.

Debido a la rigidez de horarios y contenido muchos chicos, sobre todo de América Latina y el Caribe, abandonan la escuela para poder trabajar. Más preocupante es que se ha visto que asistir a la escuela no garantiza el aprendizaje: 250 millones de niños no saben leer, escribir o contar de forma apropiada, aun después de cuatro años de escuela. Y parece que seguimos aprendiendo y evaluando lo aprendido igual a como se hacía hace más de un siglo mientras que  el mundo ha cambiado enormemente. Muchos de estos problemas se podrían solucionar con educación a distancia a través de medios digitales ¿o no?

Contras de la educación en línea

La pandemia impuso una educación en línea y nos hizo ver lo difícil que es asegurar una educación a distancia. Paralizó el aprendizaje de 1 500 millones de estudiantes en el mundo, sobre todo de la población más vulnerable.

Quizá la educación masiva en línea solucionaría algunos problemas, pero presenta otros. La falta de calidad, estructura, y motivación para el autoestudio son algunas de las preocupaciones. Además, cada estudiante tiene necesidades propias que no podrían ser cubiertas.  Usar contenido sin tomar en cuenta las necesidades y preparación de los alumnos difícilmente se traducirá en aprendizaje.

Beneficios de la educación tradicional

Y a pesar de todos los problemas que tienen las escuelas y la educación actual hay beneficios que no se pueden lograr con una educación remota. La escuela, en ocasiones es el único refugio para los niños que se encuentran en situaciones de violencia; ya sea familiar o por el conflicto armado.

Además, los humanos somos seres sociales y gracias a ello hemos logrado todo el saber y tecnología que tenemos hoy en día. Asistir a la escuela nos enseña a convivir y aprender de los demás y por eso los momentos de socialización libre en las escuelas son importantísimos.  

La tecnología como herramienta

Lo mejor sería usar la tecnología como una herramienta. En Pakistán, después de un curso presencial, de alfabetización se utilizaron teléfonos móviles para continuar en comunicación con las alumnas que vivían en zonas alejadas. Los maestros les recordaban practicar su lectura y escritura, y les hacían preguntas para reforzar lo aprendido. Con este seguimiento personalizado a través de los celulares, el porcentaje de niñas que obtuvieron 10 en un examen posterior pasó del 28% al 60%.

Replanteación de la educación

Queda claro que la escuela seguirá siendo importante, pero sin duda es necesario replantear la educación, su finalidad y la forma en la que se organiza e imparte, pensando en los problemas sociales, éticos y ambientales actuales y futuros. La escuela no puede ser solo el medio para transmitir conocimiento: enseñar a todos lo mismo y de la misma manera solo propicia la competitividad en lugar de la cooperación. La escuela debe ser un lugar para el desarrollo físico, emocional, cognitivo, social y cultural para prepararnos a vivir en un mundo complejo y cambiante.

Educación humanista

Es necesaria una educación humanista basada en el respeto, justicia, sostenibilidad, solidaridad y responsabilidad que promueva un modelo de desarrollo inclusivo. Jacques Delors planteó 4 pilares estratégicos para la educación humanista: aprender a conocer, aprender a ser, aprender a hacer y aprender a vivir.

Aprender a conocer: es básico aprender habilidades para aprender. Por eso la lectura, escritura, aritmética y ciencias siguen siendo vitales, aunque definitivamente se requiere darles un nuevo enfoque. Pero también reconocer y valorar conocimientos técnicos, innovadores o  diferentes. Los planes de estudio deben ser útiles, relevantes y con una carga de trabajo razonable: no se requieren largas jornadas de estudio para que  el aprendizaje sea eficaz.

Aprender a hacer: Impulsar diferentes destrezas y habilidades. 

Aprender a ser:  este aspecto rara vez forma parte del currículum de las escuelas tradicionales, pero es esencial formar personas emocionalmente saludables, íntegras, responsables, proactivas, con pensamiento crítico y mente curiosa para que sigan desarrollándose a lo largo de su vida.

Aprender a vivir: desarrollar el respeto, habilidades comunicativas y de resolución de conflictos, para convivir juntos en armonía ¡Y claro! Tomar en cuenta la relación con el medio ambiente, promoviendo un estilo de vida sostenible y consciente de los efectos que tienen nuestras acciones en nuestro entorno natural.

Estas estrategias son muy generales porque la idea es desarrollar una educación flexible determinada por las escuelas, docentes y comunidades de acuerdo a sus necesidades. 

Y para lograrlo se requiere la ayuda de todos:

De docentes capacitados en pedagogía, conocimientos y cuestiones emocionales.

De padres que apoyen e incentiven el aprendizaje.

De ciudadanos que exijan una educación gratuita, de calidad, segura, inclusiva y continua.

De gobiernos que dediquen más recursos a la educación que a gastos militares. 

Y de una sociedad funcional.  

Y eso, en efecto, significaría el final de la educación tradicional, y el surgimiento de una nueva. Porque  el propósito de estudiar en la escuela no es meramente obtener un trabajo, hacer dinero, ni saber por saber. Como dijo Nelson Mandela “La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”. Y tú ¿Qué mejoras crees que debería haber en el sistema educativo? ¿Cómo crees que se debería implementar la tecnología en la educación?

¡CuriosaMente!